domingo, 6 de noviembre de 2016

Investigar y responder, mejor que escuchar y copiar

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El experimento de clase alternativa que tan buenos resultados me dio hace unos días con los alumnos de 4º de ESO me ha animado a continuar por esta senda extendiendo el mismo enfoque también a mis alumnos de 2º de bachillerato. Hacerlo en la asignatura de Historia de la Filosofía, sin embargo, me parecía demasiado arriesgado, puesto que esta materia tiene un peso académico muy importante, y aunque todavía estamos sumidos en la incertidumbre, parece muy probable que mis estudiantes tengan que examinarse de estos contenidos en un examen final de reválida que, aunque no tendrá este año efectos académicos para titular, sí que puede influir en su nota para el acceso a la universidad. Por eso me ha parecido mucho mejor probar este enfoque pedagógico con mis alumnos de psicología, ya que esta asignatura no está sujeta a las mismas restricciones que la Historia de la Filosofía.
Así, lanzándome sin red, a la hora de comenzar la segunda unidad del temario me decidí a dejar de hablar y a permitir que fueran los propios alumnos los que buscasen la información por su cuenta. De hecho, mis estudiantes disponen de muchas fuentes para trabajar los contenidos de cada unidad, porque además de unos apuntes fotocopiados que les he proporcionado, siempre cuentan con el apoyo de las presentaciones y los enlaces que dejo a su disposición en el blog http://psychocervantes.blogspot.com Por lo tanto, la apuesta era arriesgada, pero no tanto, ya que todos los estudiantes contaban con recursos bien estructurados para trabajar. En realidad, lo que he hecho ha sido sustituir mi clase tradicional, en la que me solía pasar la hora hablando y comentando mis propias presentaciones, por tres sesiones de trabajo en grupos cooperativos, que se han desarrollado en el aula de informática. Trabajando en equipo los alumnos tenían que responder las preguntas del cuestionario final del tema, para lo cual necesitaban leer los apuntes y consultar las presentaciones que yo les había dejado preparadas. Tengo que decir que el experimento ha salido magníficamente bien. No sé si será porque mis alumnos son especialmente serios, trabajadores y responsables, o si será porque esta manera de trabajar les estimula y les divierte más, pero lo cierto es que en el aula de informática he visto a todos los estudiantes activamente interesados en responder las cuestiones, preguntándome frecuentemente y trabajando con gran entusiasmo en la elaboración de sus respuestas. El hecho de que la materia se imparta en inglés añade, además, una dificultad adicional para aquellos alumnos que no dominan bien este idioma, lo cual ha servido por otra parte para que aprovechen los recursos que ofrece Internet a la hora de buscar las palabras adecuadas para expresar en inglés lo que querían decir.
El resultado está para mí cada vez más claro. Animar a los alumnos a investigar y a aprender por sí mismos, cuando la actividad está bien pensada y estructurada, rinde mucho más provecho que gastar el tiempo en hablar sin medida mientras los aburridos estudiantes escuchan y copian. Ahora el reto consiste en extender esta forma de trabajar para que lo que he puesto en marcha no sea únicamente una aventura puntual, sino que pase a ser mi manera habitual de hacer las cosas en el aula. ¿Tendré la fuerza, la confianza y la energía necesarias para lograrlo?

1 comentario:

  1. Te veo en un camino sin retorno y lleno de grandes encrucijadas que lo hacen muuuuy emocionante.
    Con lo que a mí me gusta que me den una buena exposición alguien que controla y vive lo que está contando ... Me siento como una Lazy Student vocacional a la que se le acaba el chollo!

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